El bebé de la familia, Stewie, es un niño muy particular. Ha desarrollado una capacidad intelectual poco común en un niño de un año. Puede hablar, leer y razonar con inteligencia. Posee la habilidad de construir armas y aparatos muy complejos, ya que siente una enorme atracción por todo lo relacionado con la destrucción. Sus metas en la vida son asesinar a su madre y conquistar el mundo, algo que nunca puede llegar a alcanzar por muy grandes que sean sus empeños. Piensa que el mundo entero está contra el excepto el perro, con el que mantiene una comunicación muy especial.


Chris es el hijo mayor de los Griffin. Aunque es rubio, es muy parecido a su padre ya que al igual que él tiene algo de sobrepeso y es muy poco espabilado. Le encanta ver la televisión, pero también emplea mucho tiempo en jugar a los videojuegos y pintar. Sufre un inmenso terror por un mono que vive dentro de su armario por lo que nunca está tranquilo en su habitación. Está en plena edad del pavo y las hormonas le impiden pensar muchas veces con claridad, algo que empeora su carácter pasivo e influenciable.



Meg es la adolescente de la familia y la mayor de sus hermanos. Está llena de complejos ya que nadie en su familia la valora ni cuenta con ella para nada, por lo que se pasa la mayoría del tiempo deprimida. Además, en el colegio no tiene casi amigas y aunque lucha por alcanzar la popularidad, nunca lo consigue, es más, lo único que se le da bien es imitar el canto de los pájaros. Nadie piensa que es atractiva, la gente se avergüenza de ella y por si fuera poco carece de personalidad. Todo este rechazo social y familiar hace que su vida sea bastante dura.